Aproximadamente un tercio de las
sobrevivientes de cáncer de mama experimentan fatiga que puede afectar su
calidad de vida, pero un pequeño estudio ha descubierto que el yoga podría
ayudarlas a recuperar algo de la vitalidad perdida.
Tras tres meses de clases de yoga dos veces por semana, un
grupo de sobrevivientes de cáncer de pecho en California informaron de haber
visto reducida de forma significativa su fatiga e incrementado el “vigor”.
Un grupo de control de mujeres que recibieron clases sobre
temas sanitarios luego de un cáncer, pero que no realizaron clases de yoga, no
experimentaron cambios en sus niveles de fatiga o depresión.
La doctora Maira Campos, profesora en la Escuela de Medicina
Miller de la Universidad de Miami, que no participó en el estudio, dijo que los
hallazgos se hacían eco de resultados similares en estudios previos sobre la
relación entre pacientes de cáncer y yoga.
La fatiga persistente años después de un tratamiento de
cáncer es un problema común cuyo origen se desconoce, y para la que no hay un
tratamiento validado.
Algunos estudios han mostrado que las técnicas de reducción
de estrés o las clases de ejercicio pueden ayudar a disminuir la fatiga entre
los pacientes y sobrevivientes de cáncer en general.
Los hallazgos, publicados en la revista Cancer, no
demuestran que el yoga cause las mejoras en los niveles de fatiga.
Los investigadores señalan, sin embargo, que ambos grupos de
mujeres tuvieron expectativas similares respecto a la ayuda que supondría el
“tratamiento” asignado, por lo que el efecto placebo no explica los beneficios
vistos en el grupo de yoga.
Jacquelyn Banasik, profesora asociada en la Facultad de
Enfermería de la Universidad del Estado de Washington, también señaló mejoras
en la fatiga por cáncer tras clases de yoga en un estudio publicado en Journal
of the American Academy of Nurse Practitioners en el 2010.
“No diría que el yoga es la única forma de lograr los
resultados vistos en nuestros estudios o en otros“, dijo Banasik a Reuters
Health en un correo electrónico.
“Una clase de ballet para principiantes, con su énfasis en
la forma y la postura, podría tener efectos similares. Tener un sentimiento de
control del cuerpo físico de uno, cuando alguien tiene una enfermedad como el
cáncer de mama, podría ser una parte importante del beneficio”, añadió.
Ambos estudios, el de Bower y Banasik usaron el yoga
Iyengar, que, según Banasik, hace énfasis en hacer las posturas lentamente y
prestar especial atención a mantener una forma correcta.
0 comentarios :
Publicar un comentario