sábado, 31 de mayo de 2014

Nutrición de los corredores


    1. Comer suficiente: Corredores con fuertes entrenamientos, y también con algunos más tranquilos tienden a tener una necesidad amplia de calorías. Una alimentación completa ayuda a disminuir la fatiga crónica, fallas en el rendimiento y hasta deficiencias en el sistema inmunológico.
    2. Come carbohidratos: Los carbohidratos son la principal fuente de energía para nuestro cuerpo y ayudan a restaurar el glucógeno muscular que perdemos después de la actividad física. El cuerpo convierte la glucosa de los carbohidratos en energía y después glucógeno que se guarda en nuestros músculos e hígado. Así, aunque los carbohidratos han sido muy criticados últimamente, no dejes de tenerlos en tu dieta.
    3. Escoge tus carbohidratos: Consumir suficientes carbohidratos, no implica que somos libres de llenarnos de muffins, bagels o panecitos llenos de azúcar. Mejor, elige opciones de 100% grano o sus aproximados más cercanos. Algunas frutas, verduras o arroz, avena o hasta las palomitas de maíz pueden ser buenas opciones.
    4. Depende menos de las vacas: La proteína también es esencial para nuestro rendimiento y hábitos nutricionales. La forma más sencilla de asociar las proteínas es con hamburguesas y cortes de carne, aunque un consumo extremo está ligado a problemas de colesterol o grasa saturada. Por eso, además de la carne considera otras opciones de proteína naturales como el tofu, edemames, quinoa, frijoles o las nueces.
    5. Mantente hidratado: Innumerables veces hemos hablado de la importancia de mantenernos hidratados y esta será una más. No sólo es beber agua cuando tenemos sed, procura consumir líquidos cada hora de ejercitarte y evitarás dolores, cansancio extremo, mareos, calambres y otros problemas relacionados con la hidratación.
    6. Come pronto: Intenta comer cerca de 1 o 2 horas después de haberte ejercitado. Ya que estos momentos son la ventana óptima para la recuperación de energía. Todo lo que comas lo aprovecharas más. Si puedes consumir una combinación de proteínas y carbohidratos tendrás mejores resultados. Smoothies, malteadas, leche con chocolate o un yogurt, ayudarán a mejorar tu recuperación.

    Señales de que estas entrenando demasiado




    Tener una vida activa y ejercitarse a diario es bueno. Pero como todo en la vida, demasiado de algo es malo. A veces es difícil encontrar la delgada distinción entre hacer demasiado ejercicio y el punto correcto. Si te sientes cansado o desmotivado, unos días fuera del entrenamiento no te harán daño. Si acaso, te hará sentir más descansado y con muchas ganas de seguir entrenando.
    1. Normalmente no completas tus entrenamientos: Cuando no acabas tus repeticiones, o cada día puedes correr menos tiempo es señal de que estas entrenando demasiado.
    2. Problemas para dormir: Tus problemas para dormir pueden ser ocasionados por demasiado estrés, causados por demasiado entrenamiento.
    3. Hacer ejercicios de alta intensidad todos los días: A menos que seas un superhéroe, con estos ejercicios tu cuerpo no tiene tiempo para recuperarse. Tu cuerpo agradecerá intercalar los ejercicios de alta intensidad con días de descanso.
    4. Dolor en las extremidades: No hay mayor señal de alarma que el dolor. Si sientes dolor es que estás trabajando demasiado, o no trabajas correctamente.
    5. Quieres más azúcar de lo normal: Cuando los niveles de cortisol son altos, nuestro cuerpo pide a gritos más azúcar.
    6. Te sientes cansado y mal al terminar de entrenar: Un entrenamiento debe hacernos sentir revitalizados y más saludables. Cuando esto no sucede, tal vez sea momento de bajarle un poco a los entrenamientos.
    7. Sientes que ganas peso, o tus resultados no son iguales: Cuando haces ejercicio quemas calorías, pero ejercicio en exceso hace que quemes también tu masa muscular y la grasa se acumule.
    Básicamente, ejercitarse se trata de sentirnos mejor cada día, pero demasiado ejercicio producirá el efecto opuesto. Dolor, cansancio, falta de resultados y mal humor, son algunos daños que acompañan al exceso de entrenamiento.

    ¿Estas cumpliendo la rutina correcta?

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    Es bueno establecernos metas, pero también tenemos que saber si las estamos cumpliendo de la manera más efectiva ¿Buscas ser más fuerte, perder grasa, mejorar tu resistencia o participar en un deporte en particular? ¿Trabajas lo suficiente y te das los tiempos de descanso adecuados? ¿Tu ingreso nutricional está de acuerdo con tus entrenamientos?
    Hay muchos factores que tienes que tomar en cuenta para alcanzar tus metas. Aunque no tiene que ser complicado. Aquí están las principales preguntas para saber si vas por el camino correcto.

    ¿Practicas las actividades correctas?
    No todas las clases de entrenamiento sirven para los mismos fines, así que trata de enfocar tus ejercicios a lo que quieres lograr. Si buscas ser más fuerte, los ejercicios de pesas te pueden ayudar. Si buscas bajar de peso o definir musculatura, intenta reducir tus calorías consumidas, además de buscar ejercicios que quemen más calorías. Cuando intentas mejorar tu resistencia, puedes practicar ejercicios de cardio que trabajen altas intensidades.

    ¿Suficiente intensidad?
    Las mejorías en fuerza y resistencia requieren de trabajar fuerte. Recuerda lo que le estás haciendo a tu cuerpo es un cambio y tienes que esforzarte para lo lograrlo. Además como cualquier habilidad, necesitarás práctica y repetición intensiva.

    ¿Entrenas de manera segura?
    Si tus metas son sencillas, evita hacer ejercicios que sean peligrosos. También, muchas clases de entrenamiento requieren un nivel másavanzado, así que sería un riesgo innecesario intentarlas desde el día uno. Si tus metas son más complejas, necesitarás ejercicios de mayor grado de dificultad, así que utiliza la técnica de manera adecuada.

    ¿Buscas ser competitivo o estar en forma?
    Esto te puede ayudar a saber la intensidad con la que necesitas entrenarte. El nivel de estrés es muy diferente. Si buscas ser competitivo, tus entrenamientos estarán llenos de ejercicios que pocas veces verías en el día a día. Mientras que para estar en forma, ejercicios simples (con suficiente esfuerzo) bastarán.

    ¿Qué tan frecuente es tu entrenamiento?
    Siempre es agradable saber que alguien está comprometido con sus metas, pero el entrenamiento excesivo te puede llevar a agotamientos físicos y mentales. Además, el riesgo de lesionarte aumenta. Si entrenas fuerte, recuerda descansar regularmente.

    ¿Tu nutrición está de acuerdo a tus metas?
     Si buscas aumentar tus músculos, come más. Si buscas recuperar energías, come algunas alimentos específicos. Si buscas prepararte para eventos de resistencia, come carbohidratos. Si buscas perder peso y grasa, come menos calorías. Estas son ejemplos demasiado simples, pero son una guía. Busca aprender más acerca de la nutrición que necesitas.

     Es admirable entrar en cualquier clase de entrenamiento  físico. ya sea mejorar tu habilidad para competir o simplemente mejorar tu salud. Así que asegúrate de estar haciendo lo adecuado para conseguir tus metas.

    Aumenta tu energía




    Puedes tener más energía durante el día sólo mejorando algunos hábitos. Te explicamos cómo hacerlo.

    Lo primero que debes hacer es acudir a un médico para que te haga un chequeo general. Es posible que tengas alguna deficiencia que te esté impidiendo hacer las actividades como antes.

    También es posible que necesites vitaminas. Existen muchas marcas diversas de multivitamínicos que ayudan a sentirse mejor.

    Algunos tips para vivir con más energía

    Date un tiempo para respirar. Concéntrate en tu respiración pues esto ayuda a que tu sistema cardiovascular mejore y puedas hacer tus rutinas de una manera eficiente.

    Si fumas, deja de hacerlo. Los cigarrillos disminuyen potencialmente la energía vital en los seres humanos.

    Ten un cactus cerca de tu computadora. Los ordenadores continuamente están expidiendo una energía altamente contaminante; la planta recibirá parte de esto y tú podrás rendir mejor.

    Duerme entre cinco y ocho horas diarias. Si descansas lo suficiente, tu cuerpo se levantará mucho más activo y tu día será más efectivo.

    Toma un poco de sol. La luz del sol estimula las hormonas energizantes; de hecho muchos estudios indican que en los países donde hay poca luz natural, la gente se deprime más. Deja la ventana abierta para que el ambiente se airee y recibas estos rayos.

    Haz lo posible por mantener la calma. Cuando nos estresamos nos cansamos muchísimo y nuestras energías se esfuman, así que hay que procurar llevar la vida sin tantos disgustos.

    Haz ejercicio. Entre más activo estés, más energía tendrás.

    Tómate los fines de semana para descansar y compartir con tus seres queridos. La alegría es un fuerte revitalizante que te ayudará más que cualquier otra cosa a tener mucha energía.

    10 consejos de nutrición para un mejor rendimiento

     
     
    Una buena nutrición es indispensable para un buen rendimiento deportivo; sin embargo, muchos deportistas no están conscientes de esto o no saben como alimentarse adecuadamente. A continuación verás algunos consejos de nutrición para aumentar tu rendimiento.

    10 consejos de nutrición para un mejor rendimiento 

    #1   ¡Empieza desde los entrenamientos! 

    La dieta en la etapa de entrenamiento puede ser más importante que la manipulación de la comida antes de la competencia, ya que una buena alimentación en esta etapa te permite:

    Mayores avances en tu rendimiento.
    Acelerar la recuperación entre sesiones.
    Ensayar estrategias de alimentación e hidratación para la competencia. 

    #2   Consume suficiente energía. 

    Un deportista debe consumir mayor cantidad de alimentos para cubrir las demandas del entrenamiento. Si no cubres tus demandas de energía:

    Perderás músculo.
    Tendrás fatiga crónica.
    No te podrás adaptar a tu programa de entrenamiento.
    Así, deberás incrementar el número de comidas (4 ó 5 comidas/día) o la cantidad de alimentos en cada comida. 

    #3   Consume muchos carbohidratos. 

    La principal fuente  de  energía que se utiliza en ejercicios  de  alta  intensidad (correr a gran velocidad, saltar, etc.) son las reservas de glucosa que tienes en los músculos y en el hígado. Un deportista que no consume suficientes carbohidratos llega a agotar estas reservas, lo cual ocasiona  que se fatigue más rápido y disminuya su rendimiento deportivo.

      Los alimentos ricos en carbohidratos son:

    los cereales: trigo, maíz, avena, arroz, amaranto y derivados como pan, tortilla, pastas, galletas, barras de cereal, etc.
    los tubérculos, como la papa, etc.
    las leguminosas, como el frijol, haba, lenteja.
    las frutas y las verduras.
    los azúcares, como azúcar de mesa, miel, mermelada, cajeta, chocolate en polvo, etc.
    algunos lácteos, como leche y yogur.
    La mayor proporción de alimentos que consumas debe de ser a partir de estos alimentos y deberás incluirlos en cada comida. 

    #4   ¡NO exageres el consumo de proteínas! 

    Las proteínas son muy importantes para la regeneración de tejidos y mantenimiento de la masa muscular. Aunque los atletas requieren consumir mayores cantidades que las personas que no son deportistas, es muy fácil cubrir este requerimiento con la dieta y no son necesarios los suplementos de proteínas o aminoácidos. 

    Un deportista requiere consumir alrededor de 1.2 a 1.7 gramos  de proteína por kilogramo de peso. Si un deportista pesa 70 kilogramos y quiere aumentar masa muscular, requeriría consumir alrededor de 120 gramos de proteína al día (1.7 gramos/kilogramo/día); con 2 tazas de leche, 180 gramos de pollo, 1 taza de frijoles, 3 rebanadas de queso, 2 tazas de verduras y 10 raciones de cereales (arroz, tortillas, pan, pastas, etc.) lograría consumir esta cantidad de proteína, sin necesidad de ningún tipo de suplemento. 

    #5   Modera tu consumo de grasas.

     
    Las grasas también son necesarias para cubrir las altas demandas de energía, obtener las vitaminas liposolubles y los ácidos grasos que el cuerpo no puede sintetizar. Se recomienda consumir sólo del 25-30% de las calorías a partir de grasa y preferir las grasas de origen vegetal, como aguacate, aceite de oliva, nueces, etc. 

    #6 Si la dieta es adecuada, no se requieren suplementos de vitaminas y minerales. 

     
    Un deportista tiene mayores requerimientos de estos nutrimentos, pero si hay un incremento adecuado del consumo de alimentos se cubrirán estas demandas.  El consumo excesivo de vitaminas y minerales no aumenta el rendimiento deportivo, pero su deficiencia si puede perjudicarlo. Es importante que consumas una dieta variada con suficientes cereales, lácteos, frutas y verduras para cubrir tus requerimientos. 

    Si el entrenamiento es muy intenso o crees que necesitas un apoyo adicional de estos nutrimentos es mejor consumir un multivitamínico que cantidades excesivas de un solo nutrimento. 

    #7   Hidrátate antes, durante y después del ejercicio. 

    ¡No esperes a tener sed! Cuando la sed se presenta ya estás deshidratado y tu rendimiento ya está disminuido. Debes de hidratarte antes, durante y después del ejercicio. 

    Las bebidas deportivas como Gatorade son las más recomendadas durante el ejercicio por su contenido de carbohidratos que aportan energía sin ocasionar problemas estomacales, y por su contenido de electrolitos, que ayudan a recuperar los que se pierden en el sudor. Evita bebidas con un alto contenido de azúcar durante el ejercicio, ya que te harán sentir incómodo y no te hidratarán adecuadamente.  

    #8 Programa tus comidas de acuerdo a tus horarios de entrenamiento y competencias. 

    Lo más importante en la dieta de un deportista, además de consumir suficiente cantidad de energía, es consumir los alimentos en los momentos adecuados. 

    Es muy importante que consumas alimentos antes del ejercicio para que tengas suficientes reservas de energía y que comas inmediatamente después para que te recuperes más rápido. 

    Se recomienda que los alimentos tanto antes como después sean principalmente fuentes de carbohidratos, como barras de cereal, bebidas deportivas, jugos, frutas, yogur de beber, etc. 

    Nunca olvides el desayuno antes de un entrenamiento o competencia por la mañana, ya que hacer ejercicio en ayunas puede ocasionar que se agoten más rápido tus reservas de energía. 

    Evita dejar muchas horas sin comer, ya que ¡esto disminuye las oportunidades de consumir todos los nutrimentos que necesitas! 

    #9   ¡Recupérate lo antes posible! 

    Entre más rápido consumas carbohidratos después del ejercicio, más rápido recuperarás tus reservas de energía. Si dejas pasar más de 1 hora después de terminar el ejercicio, tu recuperación será mucho más lenta y no estarás listo para la siguiente sesión de entrenamiento. Así, es importante que inmediatamente después del ejercicio consumas una bebida deportiva como Gatorade, barras de cereal, barras energéticas, yogur de beber, frutas y jugos, para que inicies tu recuperación tanto de carbohidratos como de líquidos. 

    Posteriormente, deberás consumir una comida que también aporte suficientes carbohidratos (pastas, arroz, pan, tortilla, verduras y frutas) y algo de proteínas (pollo, pescado, carne, huevo o queso) para continuar tu recuperación.  Recuerda consumir suficientes líquidos con estas comidas para recuperar tu estado de hidratación. 

    #10   ¡NO experimentes el día de la competencia! 

    La alimentación y la hidratación antes y durante la competencia ¡se tienen que entrenar! Es decir, debes ensayar durante los entrenamientos para que te vayas acostumbrando a comer antes de las competencias y a hidratarte durante el ejercicio. Cualquier estrategia nutricional, por muy recomendable que sea, puede ocasionarte problemas en la competencia si no la haz ensayado previamente.   

    Recuerda..  Una buena nutrición es indispensable para tener un buen rendimiento. ¡Saca el máximo provecho de tu alimentación!

    Dos mini ejercicios para las piernas


    Presta atención a estos dos mini-ejercicios para fortalecer tus piernas:

    1. En una colchoneta, acuéstate boca arriba, estira los brazos en forma de cruz.  Luego, cruza una pierna rígidamente extendida sobre la otra haciendo una inspiración profunda.

    Vuelve a inspirar y tomar de nuevo la posición inicial. Puedes repetir unos cinco veces  el miniejercicio, en cada pierna.

    2. Ahora, acostada de lado, apóyate sobre un brazo con el codo flexionado, de manera que se mantenga tu tronco ligeramente levantado y las piernas estiradas. Trata de que ambas estén paralelas.

    Haz una inspiración profunda y  eleva la pierna que está en la posición superior. No flexiones la rodilla, trata de alcanzar la máxima altura posible y mantente  en esta posición durante unos segundos. Bájala a su posición inicial, espirando el aire.

    Repite dos veces más y  luego hazlo con la otra pierna, invirtiendo la postura.

    El dato: Mejora tus piernas y evita las varices y celulitis visitando regularmente un gimnasio.

    martes, 13 de mayo de 2014

    El yoga ayuda a sobrevivientes de cáncer a reducir la fatiga

    Aproximadamente un tercio de las sobrevivientes de cáncer de mama experimentan fatiga que puede afectar su calidad de vida, pero un pequeño estudio ha descubierto que el yoga podría ayudarlas a recuperar algo de la vitalidad perdida.

    Tras tres meses de clases de yoga dos veces por semana, un grupo de sobrevivientes de cáncer de pecho en California informaron de haber visto reducida de forma significativa su fatiga e incrementado el “vigor”.

    Un grupo de control de mujeres que recibieron clases sobre temas sanitarios luego de un cáncer, pero que no realizaron clases de yoga, no experimentaron cambios en sus niveles de fatiga o depresión.

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    La doctora Maira Campos, profesora en la Escuela de Medicina Miller de la Universidad de Miami, que no participó en el estudio, dijo que los hallazgos se hacían eco de resultados similares en estudios previos sobre la relación entre pacientes de cáncer y yoga.

    La fatiga persistente años después de un tratamiento de cáncer es un problema común cuyo origen se desconoce, y para la que no hay un tratamiento validado.

    Algunos estudios han mostrado que las técnicas de reducción de estrés o las clases de ejercicio pueden ayudar a disminuir la fatiga entre los pacientes y sobrevivientes de cáncer en general.

    Los hallazgos, publicados en la revista Cancer, no demuestran que el yoga cause las mejoras en los niveles de fatiga.

    Los investigadores señalan, sin embargo, que ambos grupos de mujeres tuvieron expectativas similares respecto a la ayuda que supondría el “tratamiento” asignado, por lo que el efecto placebo no explica los beneficios vistos en el grupo de yoga.

    Jacquelyn Banasik, profesora asociada en la Facultad de Enfermería de la Universidad del Estado de Washington, también señaló mejoras en la fatiga por cáncer tras clases de yoga en un estudio publicado en Journal of the American Academy of Nurse Practitioners en el 2010.

    “No diría que el yoga es la única forma de lograr los resultados vistos en nuestros estudios o en otros“, dijo Banasik a Reuters Health en un correo electrónico.

    “Una clase de ballet para principiantes, con su énfasis en la forma y la postura, podría tener efectos similares. Tener un sentimiento de control del cuerpo físico de uno, cuando alguien tiene una enfermedad como el cáncer de mama, podría ser una parte importante del beneficio”, añadió.


    Ambos estudios, el de Bower y Banasik usaron el yoga Iyengar, que, según Banasik, hace énfasis en hacer las posturas lentamente y prestar especial atención a mantener una forma correcta.